Gracias a L.J Smith por crear a nuestro vampiro más sexy y rebelde...

2- Haciendo campana.

POV  Damon

Estaba más que aburrido de fastidiar a mi hermano, la única solución para distraerme fue hacer una pequeña excursión. Había escuchado rumores sobre unos lobos gigantes, me picó la curiosidad y me dirigí al estado de Washintong a la frontera con Canadá.
Una vez allí para tomar algo de picar y pasarmelo de lo más bien, fui a Vancouver, era una ciudad llena de gente. Rondé toda la noche de bar en bar aprovechándome de todos a mi antojo, piqué un par de veces y decidí descansar.
Sobre las ocho de la mañana decidí ir a buscar alguna presa,  me apetecía una chica hermosa y joven. La luz encendió mis ideas, ¿qué mejor que el instituto?
Cogí prestado un porche descapotable y me encaminé al primer instituto que encontré.
El aparcamiento estaba repleto de jóvenes y sobretodo jovencitas, algunas vestidas de animadoras, algunas intentando pasar desapercividas detrás de unas gafas o unos libros. Pero tan solo una llamó mi atención. Era tan bella como un vampiro pero mi agudo oído podía escuchar los rápidos latidos de su corazón. Nadie dejó de mirarla, ni yo pude hacer nada por no caer en las redes de su belleza inhumana.
Unos tipos la piropearon y cerca de ella surgió una pelea. Escuché atentamente su corazón que latía demasiado rápido. Corrí a su lado y la cogí de un brazo intentando alejarla de allí. La senté en el coche y me arrodillé sin poder dejar de contemplarla. Su rostro cincelado como el de cualquier vampiro se ruborizó al encontrar mis ojos. Era extraño. ¿Como podía tener esa belleza inhumana y a la vez sangre caliente en sus venas? Nunca había visto nada parecido.



POV NESSIE


Estaba intentando normalizar mi respiración. Era extraño, ese chico parecía un vampiro pero podía caminar tranquilamente bajo el sol sin llamar la atención.
-¿Estás bien? -su voz era irresistiblemente seductora.
-Sí. -carraspeé.
-¿Como te llamas? -me preguntó sin dejar de observarme minuciosamente.
-Ness, bueno Renesmee.
-Un nombre especial... como tú.
Tragué saliba, no podía descubrir lo especial que llegaba a ser.
-Yo soy Damon Salvatore.
Estrechó mi mano produciéndome un hormigueo en la piel. Me miró profundamente a los ojos.
-¿Quieres ir a dar un paseo?
Sin saber muy bien porqué accedí. Algo de él me atraía de una forma inexplicable. Se subió en el coche y se alejó del instituto. Bien, el primer día de clases y ya iba a hacer campana. Nada propio de un Cullen.
Me invitó muy amablemente a desayunar unas tortitas con chocolate y un zumo. Preguntó por mi vida y me limité en explicarle lo mismo que a todo el mundo. Vivía con mis padres adoptivos y mis  hermanos y nos habíamos mudado hacía poquito. Al terminar me llevó a un parque de atracciones. Nunca había estado en ninguno. Era espectacular. Nos subimos tres veces a la montaña rusa, no paré de reir al escuchar los gritos de la gente. Por primera vez prové un algodón de azucar. Me ganó un oso enorme de peluche y nos divertimos todo el día. Miré el reloj. Eran las siete de la tarde. Hacía horas que tenía que haver llegado a casa.
-Es muy tarde ya, vana matarme. -susurré.
-Tranquila ahora te acompaño.
-Mi coche está en el aparcamiento del instituto. ¿Puedes acercarme hasta allí? -asintió.
El viaje fue en silencio. Me sentía mal por engañar a mi familia pero me lo había pasado genial. Una vez en el aparcamiento del instituto Damon se despidió de mi.
-Volveré a verte pronto. Estaré por aquí. -sonrió robándome una sonrisa. Era... suspiré, no tenía palabras para explicarlo.
-Adiós Damon. -Abrí la puerta y me cogió de la mano. La besó dulcemente y me acercó a él para besarme en la mejilla. Me soltó y salí del coche. Se fue.
Me quedé parada ahí mirando por donde se había ido, paralizada. Acaricié mi mejilla que seguía caliente por la sangre acumulada. Cogí aire profundamente y volteé para dirigirme al coche.
-Jacob. -tartamudeé.
Estaba apoyado en el capó del coche con los brazos cruzados por encima de su pecho desnudo. Tragué saliva intentando controlar mis nervios. Me acerqué poco a poco hasta él con las piernas como flanes. Hacía un año que no lo veía. Él siempre había estado para mí como un hermano mayor, hasta el día que mis sentimientos hacía él cambiaron. Fue entonces cuando era insoportable verlo cada día, abrazandome entre sus cálidos brazos, jugando conmigo a lo que se me antojara, entrando todas las noches por mi ventana para dormir conmigo... Era mi mejor amigo pero mi cuerpo lo deseaba como algo más.
Cuando estuve a un metro de él me enroscó entre sus brazos. Sentí como el calor inundaba mi cuerpo. Me apretó un buen rato. Aspiré su aroma de bosque en su perfecta piel. Me mordí el labio inferior cuando fui consciente de lo mucho que lo había extrañado. Las lágrimas se acummularon en mis ojos a punto de salir. Cogió mi cara entré sus grandes manos y me obligó a mirarlo a los ojos.
Cuando al fin nuestras miradas se encontraron, las lágrimas comenzaron a caer descontroladamente. Me las secó con sus dedos.
-No llores más por favor. -observé detenidamente sus ojos negros húmedos.
-No he sabido cuanto te hechado de menos hasta ahora. -dije torpemente por culpa del llanto.
-Y yo pequeña y yo... -suspiró y besó mi frente.
-¿Qué haces por aquí?
-Tu madre me llamó desesperada. Estabamos muy preocupados. Pensamos que te había pasado algo malo.
Estaba preocupado por mi como un buen hermano mayor. Tragué saliva.
-Estoy bien. Tan solo no me apetecía ir a casa tan pronto.
-Podrías haverles avisado Ness, tu no eres así...
-¿Y como soy Jacob? -grité.
-Eres dulce, cariñosa, amable, responsable pero desde el año pasado cambiaste...
Sus palabras me apuñalaron. Era consciente que había cambiado y mucho, sobretodo mi relación con él. No quería verlo, no quería hablar con él por teléfono aunque no dejó de llamarme.
-La gente cambia Jacob. Los años pasan y las cosas se ven de otra forma. -no dije nada que no fuese cierto.
-Pero...
-Pero nada Jacob, llevame a casa. Me espera una buena. -le di las llaves del coche y me senté en el copiloto.
Condució en silencio. Yo me moría por dentro, odiaba estar así con él pero era lo mejor para mí. No podía sentir nada por él. Para él tenía siete años y el ya había cumplido los 24.
Antes de llegar a casa paró el coche y me miró de una forma extraña.
-Ya no me llamas Jake. -susurró, sabía que podía oirlo perfectamente. Tragué saliva. Mi corazón bombeó con más intensidad.
-Ya no soy una niña. -le contesté sin saber muy bien por qué.
-Ya lo he visto.
Aceleró el coche hasta la casa. Todos nos esperaban en el jardín muy serios.

5 comentarios:

  1. Hola Luna!
    Me ha encantado el capítulo :)
    Tengo nuevo capítulo en mi blog.
    Pásate si quieres!
    Shadow

    ResponderEliminar
  2. Me ha ENCANTADO!!! Guau, la mezcla entre la saga Crepusculo y Vampire Diaries es sumamente B-R-U-T-A-L!!
    Y más aún cuando sale Damon *.*
    Sigue escribiendo! Esta genial la istoria ;)
    Bss

    ResponderEliminar
  3. Hola Luna..
    - siento la tardanza de los comentarios.
    E tenido unos días un poco liados..

    Me parece genial la idea, de tu nueva historia, bueno increíble :)))
    A hora voy para el próximo capi..

    Bsos Lunaaa

    ResponderEliminar
  4. Eres lo M A X I M O.. no tngo palabras... Oh siii terminalo jajaj q mostrofico!

    ResponderEliminar
  5. ei mee haencaantadoo tuu noovee! peroo tengoo unn peeqeeñoo proobleemitaa! no puedo ver el caapituuloo 4 :SS! comoo lee hago?

    ResponderEliminar