Gracias a L.J Smith por crear a nuestro vampiro más sexy y rebelde...

1-Misión

Primer capítulo de "Amor en guerra" espero que les guste y no olviden dejar su comentario.




Estaba de vacaciones en la antigua casa de mis padres visitando al tío Zach. Estaba de permiso y decidí regresar. Stefan se quedó allí en Iraq. Hacía cinco años que estaba en el ejército Estado-Unidense y mi hermano siguió mis pasos al morir nuestros padres. Nuestro padre era militar y a mis diecinueve años me hizo acompañarlo. Quizás no era lo que más deseaba, pero después de su muerte en una guerra y el suicidio de mi madre era lo que me mantenía fuerte.
Sonó mi teléfono.
-Damon tengo malas noticias.
-Digame coronel. ¿Pasó algo con mi hermano? -contesté angustiado.
-Han secuestrado a un grupo de soldados y Stefan estaba entre ellos. -cerré los puños con fuerza.
-Coronel quiero ir hacia allí. -le imploré.
-Está bien capitán. Coja el primer vuelo y le espero aquí en la embajada.

Colgué rápidamente para hacerme de nuevo la pequeña maleta que tenía. Me despedí de Zach y viajé hasta el aeropuerto.
El siguiente vuelo salía en cinco horas, cinco eternas horas deseándo que Stefan siguiera con vida.
El viaje fue muy duro. Las azafatas no sabían ya que ofrecerme. En otro momento hubiera coqueteado con ellas pero sólo podía pensar en Stefan.
Después del eterno vuelo llegué a Bagdad. Estaba agotado pero iba a encontrar a mi hermano como diera lugar. Me esperaba Matt.
-Damon lo siento. Sabes que voy a ayudarte a encontrar a mi amigo.
-Lo sé.
Stefan y Matt habían sido amigos desde el instituto y sabía cuanto se apreciaban.
Llegamos a la Embajada y pude ver al coronel Gilbert esperándome con los brazos abiertos. Me lancé a ellos sin preocuparme en que pensarían los demás.
-Hijo sabes lo importantes que sois tú y tu hermano para mí. -era uno de los mejores amigos de mi padre y compañero de batallas.
-Lo sé. Voy a encontrarlo.
-Descansa y mañana temprano recorres Bagdad.
Como si fuese mi padre le hice caso. Me estiré en la cama. Me costó dormir pero al final venció el sueño al cansancio acumulado del viaje.


Sonó el despertador cuando comenzaba a amanecer. Me puse el uniforme y me reuní con los demás soldados. Desayunamos y salimos a patrullar.
Sobre las ocho de la mañana se escuchó una gran explosión. Corrimos con los 4x4 hasta el supuesto lugar y lo que mis ojos vieron fue peor que el mismísimo infierno.
Sangre por toda la calle. Cuerpos inhertes destrozados en el suelo. Y muchos heridos.
Me acerqué a una mujer mayor que estaba arrodillada al lado del cuerpo de un niño. Comenzó a gritarme pero no entendí nada. Said se acercó a mí. Su padre era marroquí y sabía el árabe.
-Dice que a sido un suicida. Estaba lleno de bombas y ha matado a su hijo pequeño.
Un nudo atragantó mi garganta. Cogí aire y me restregué los ojos. Esto era el pan de cada día.
-Soldados vamos a llevar a los heridos al hospital más cercano.
-Sí mi capitán. -contestaron todos.
Los pasillos del hospital estaban repletos de gente herida. Las infermeras y los médicos no daban abasto. Mandé a mis soldados para que ayudasen en todo lo posible. Fuimos entrando a la gente como podíamos.
Acurrucado en una esquina vi a un niño ensangrentado. Me acerqué a él y le aparté las manos de la cara. Cuando me percaté que tenía un ojo rebentado una corriente de rabia recorrió mi cuerpo.
Lo cogí en brazos y pedí ayuda por los pasillos. La rabia que sentía se esfumó cuando vi por primera vez aquellos hermosos ojos. Se acercó mí y observó al muchacho. Abrió los ojos asustada. Le limpió cariñosamente la cara con una gasa mientras le susurraba cosas que no entendía.
Ya no pude dejar de mirarla. Tan solo podía ver sus ojos verdes que parecían esmeraldas. Su cabello estaba cubierto por un pañuelo y su rostro se escondía detrás de otro pañuelo que tan solo dejaba al descubierto esos hermosos ojos verdes.
Después de curar delicadamente al niño lo abrazó. La observé sorprendido y ella me devolvió una mirada curiosa. Sonreí y cerró los ojos fuertemente.
-¿Estás bien? -le acaricié el brazo. Su contacto me llenó de calor. Se apartó rápidamente de mi caricia.
-Sí. Lo siento no puedo mirar a un hombre descaradamente a los ojos. -contestó en mi idioma cosa que me sorprendió.
-¿Por qué? -pregunté como si no supiera ya la respuesta.
-Lo siento tengo que irme.
Antes que se fuera la cogí del brazo nuevamente.
-Dime tu nombre.
-Aisha.
Volvió a mirarme una vez más a los ojos antes de esfumarse entre la gente del hospital.

4 comentarios:

  1. El primer encuentro de una futuro amor?
    Espero el siguiente capitulo!
    Shadow

    ResponderEliminar
  2. hay por dios!!!!!!!
    ese encuentro ya me lo imaginé!!!
    debió ser hermoso!!!!! cuando la volverá a encontrar!?? espero publiques pronto =) bueno seotes y nos leemos pronto =)

    ResponderEliminar
  3. Genial capitulo nena, extrañaba tus escritos tienes premio en mi blog un beso

    ResponderEliminar