Capítulo 1:Un nuevo comienzo

Estaba cansado de todo, de los engaños de Katherine, de Elena, de Stefan. Decidi refugiarme de nuevo en las sombras de mi especie, en la oscuridad de la noche, en la soledad de mi alma si se podia decir que tenia una.
Volvi a mis andadas de cazador, volvi a ser yo mismo, una especie de monstruo que habia sido condenado para toda la eternidad, realmente temia la soledad pero eso era yo un monstruo solitario sin corazon, aunque Elena se empeñara en que debia de tener uno, no era cierto. Odiaba a Stefan, mas bien lo envidiaba por todo lo que habia conseguido, se habia enamorado de nuevo pero ese no era mi caso. Nunca mas amaria a ninguna mujer, pero disfrutaria de todas ellas.

Viaje hasta Europa, pensaba pasarme una temporadita en cada pais. Primera parada, Barcelona. Hacia ochenta años estuve alli, pero esta vez seria diferente. Entre en la primera pension que encontre. Por mi suerte la ama de llaves era una mujer mayor que me dio pena comermela alli mismo. Me saque las gafas de sol y use mis poderes.
-Buenas noches, busco una habitacion para una temporadita. -le sonrei finalmente.
-Hijo esta es tu casa puedes entrar y salir cuanto te plazca.
-Gracias jovencita.
A la señora se le escapo una risita y le bese la mano educadamente. De momento se iba a salvar.
Me indico mi cuarto y me tumbe en la cama esperando el anochecer.
Cuando al fin oscurecio el dia me duche y baje silbando una cancion.
-Que pase una buena noche señor.
-Gracias. Es hora de divertirse.
Sali a velocidad humana de la pension, iba a buscar mi presa. Una hermosa chica, jugosa, primero jugaria un poco con ella y despues... me la comeria.
Andaba por la calle tan seguro de mi mismo como siempre, las mujeres volteaban a mirarme y intercambiaban comentarios que por suerte podia oir. Era increible ver como todas caian a tus redes sin apenas hacer nada. Esa era la habilidad de ser un vampiro, irresistibles.
A lo lejos vi un grupo de tres chicas que parecian muy apetecibles. Me acerque a ellas sigilosamente y como siempre las asuste.
-Perdon, ¿os he asustado? No era mi intencion. -Era un genial actor.
-No pasa nada. -Tartamudeo una.
-¿Necesitas algo? -Contesto la otra.
-Si, he llegado hoy de vacaciones y queria ir a algun bar.
-Nosotras vamos a uno, acompañanos. -Me sonrio la tercera. Era tan facil engatusar a mis indefensas victimas.
Las acompañe hacia donde me indicaban, de vez en cuando intercambiaban miradas y se sonrojaban cuando las encontraba mirandome. Era tan patetico.
Llegamos a un bar y empece con mi plan. Me acerque a la barra a pedirles algo para tomar, siempre era un cavallero, y una se acerco. La mire directamente a los ojos.
-Esperame a fuera.
-Te espero a fuera. -Contesto.
Salio por la puerta y fui a avisar a sus amigas que iba al baño. Sali a fuera y me estaba esperando apoyada en una pared.
-Sabes, eres realmente hermosa. -Se sonrojo.
-Gracias, tu eres muy sexy.
Me acerque tanto que la acorrale en la pared. Sus piernas temblaban y su corazon latia como un loco.
-Asi que soy sexy... -La bese antes que dijera una palabra. La chica cada vez se excitaba mas, realmente a mi me daba igual yo solamente tenia un proposito. Acaricie sus piernas por debajo de la falda y levanto una de sus piernas hasta enrollarla en mi cadera. Solo podia sentir el palpitar de su corazon y casi podia paladear el sabor de la sangre caliente en mi boca. Sin pensarlo mas me acerque a su cuello, tape su boca con una mano y mordi alli donde su pulso latia desenfrenado. La sangre se introdujo por mi cuerpo y me extremeci de placer. Era realmente glorioso el sabor de la sangre.
Abri los ojos cuando senti el cuerpo inerte entre mis brazos. Ya sabia como encargarmede ella, que pareciera un accidente. Despues me fui a visitar la ciudad.