Gracias a L.J Smith por crear a nuestro vampiro más sexy y rebelde...

Capítulo 8:La amenaza



Intenté buscar el rastro de Stefan por toda la ciudad, pero no logré encontrarlo. Decidí alimentarme un poco antes de seguir buscándolo. Me adentré en un bosque y capturé una liebre. Succioné su sangre desesperado por la sed.
-¡Qué asco! Cómo puedes alimentarte de esto hermanito...
Me acerqué más a la ciudad. Ahora ansiaba más alimentarrme para sacar el mal sabor de boca que me había dejado esa sangre. Por mi suerte encontré un ciclista que paseaba por allí y lo ataqué sin pensarlo. No acabé con su vida y no sé por qué.
Volví a la ciudad, ya estaba oscureciendo. Percibí el olor de Stefan y lo seguí hasta llegar a casa de Anaís. ¿Qué hacía allí el idiota de Stefan?
Entré derribando la puerta. Stefan se incorporó quedando entre ella y yo.
-¿No te han enseñado a entrar como la gente normal? -me sonrió burlón.
-Te recuerdo que no somos gente normal. ¿Qué diablos haces aquí Stefan? -le reté con la mirada.
-Impedir que le hagas más daño. -me desafió.
-No la he tocado. -le dije seriamente.
-Eso me ha dicho, pero no te creo Damon, te encanta provocar a las mujeres y jugar con ellas hasta que te cansas y las matas. -me acusó.
Volé hasta él y lo agarré del cuello.
-Ya basta, en mi casa no. -Nos separó furiosa Anaís. -Stefan te he dicho que no me ha hecho nada.
-Está bien, pero no te saques el collar de verbena, así ningún vampiro puede controlar tu mente.
Un sobre entró de repente por la puerta abierta. Lo cogí y se lo entregué a Anaís. Abrió el sobre y comenzó a leer.
-Damon Salvatore. -Nos miramos asombrados y seguí leyendo yo.
-Has tenido la gran suerte de seguir con vida, pero te he estado observando y realmente prefiero que sea así, te quiero bien vivo para poder darte en tus debilidades. Nos vemos pronto. Recuerdos de Javi.
Nos quedamos en silencio.
-¿Quién te está vigilando Damon? -se interesó Stefan. -El tipo que intentó matarte. Anaís ya me ha contado como te conoció.
La miré y estaba con la mirada perdida.
-¿Quién es Javi?-preguntó Stefan.
-Mi amigo. -susurró ella.
Comenzó a correr hacia la puerta y impedí su paso colocándome en frente de ella.
-¿Don de crees que vas?
-A casa de Javi, estaba allí. ¿Que le han hecho Damon?-no supe contestarla.
-Quédate aquí, nosotros vamos. -le ordené, frunció el ceño. Maldita la hora en que Stefan le dió la verbena.
-Voy con vosotros. Es mi amigo.
-Vamos. -le dijo Stefan.
Corrí hasta el piso de Javi. Quedé parado cuando vi la puerta abierta y el chico desangrándose en el suelo. Stefan llegó detrás de mí y se paro a mi lado. Ella atravesó por nuestro lado y corrió hasta arrodillarse frente su amigo.
-Javi Javi. -lo zarandeaba. -Tranquilo ya estás bien. Ellos van a ayudarnos. -nos miró con los ojos llenos de lágrimas. -¿Verdad?
No supe responderla, sentía como el corazón del muchacho latía débilmente. No iba a superarlo.
-Invitame a entrar. -le dijo Stefan des de mi lado.
-Entra Stefan. -Apresuró a decir.
Stefan se materializó a su lado y le dio de beber al chico de su sangre. Lo cogió en brazos y se acercó a la puerta con ella pisandole los talones.
-Vamos a llevarlo a un hospital.
Corrieron escaleras a bajo con el chico en brazos. Me quedé observando aún la escena. Cerré la puerta y otro sobre cayó en mis pies. Lo cogí furioso.
Éste tan solo era el aperitivo. Cómo crees que será la sangre la de chica...

Corrí furioso por toda la cuidad para ver si podía pillar a ese desgraciado. Me había cabreado. Pero tenía que reconocer que era muy poderoso para vigilarme. Mis poderes estaban flaqueando, hacía mucho que no me alimentaba como de costumbre. Me acerqué al hospital y vi a Stefan apoyado en una pared, fuera. Ella salió con la cara bañada de lágrimas.
-Ha muerto Stefan, ha muerto. -le dijo avalanzandose a sus brazos. Stefan la consoló devolviéndole el abrazo. Levantó la mirada y me vio. Mi hermano me miraba de forma acusadora, ella sufría por mi culpa.
Fui hasta su casa esperando que llegaran. Stefan entró delante de ella. Ella me miraba con los ojos hinchados de tanto llorar.
-Lo siento. -logré decirle. Pero no me dijo nada, se dirigió a su habitación y cerró la puerta. Stefan y yo nos miramos. La seguí. Estaba sentada en la cama con la cara entre las manos. Me arrodillé a su lado.
-Grítame, pégame pero no llores más. -me miró confundida. La cogí por las muñecas y la levanté.
-Todo es mi culpa, desahógate. ¡Grítame!-comencé a zarandearla para que reaccionara. -¡Pégame!
Sus ojos se tornaron más oscuros que de costumbre y me dió una bofetada.
-Nunca más vuelvas a decirme que tengo que hacer. -me dijo muy seria.
Se acurrucó en la cama dándome la espalda. Me senté a su lado dejándome llevar por lo que sentía. Acaricié su cabello dulcemente, una y otra vez. Después de un rato se giró hacia mí, me miró a los ojos y me abrazó. Finalmente se durmió y fui a hablar con Stefan.
-¿Por qué has venido?
-Elena quiere que vuelvas Damon.
-Ahora no puedo volver Stefan. Va a por ella, tengo que encontrar a ese desgraciado.
-Damon te ha estado vigilando, es muy poderoso.
-Eso ya lo sé Stefan. Ese tío no sabe con quien se ha metido.
-¿Y ella sabe con quien se ha metido?
-No me cabrees Stefan. Por cierto, no sé como puedes alimentarte de esa porquería de animales.
-¿Y qué piensas hacer Damon?
-Matar a ese desgraciado.
-Y si él la encuentra antes que tú lo mates. Ha llegado hasta aquí sin que te des cuenta. Si realmente no quieres que le pase nada debes llevartela de aquí.
-¿y donde me la llevo hermanito? Crees que va a querer irse, que poco la conoces...
-¿Damon eres un vampiro y no sabes como llevarte a una chica de aquí?
-Está bien Stefan, Damon regresa a Fell's Church.

3 comentarios:

  1. woo... quien lo esta siguiendo?
    venga luna cmo lo cortas asi? jajja ya
    quiero el que sigue, espero que no te
    demores =) besotes y nos leemos pronto
    chika, xoxo... romii

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  2. Ayyyyy, pero quien es ese tipo, se llevara Damon a Anais con el, porque quiere Elena, que vuelva?

    Besos

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