Gracias a L.J Smith por crear a nuestro vampiro más sexy y rebelde...

Capítulo 6:Descubrimiento II


Des de el punto de vista de Anaís.

Me desperté sin saber donde estaba, observé mi alrededor y vi que estaba en mi habitación, pero cómo había llegado. La cabeza me dio un fuerte pinchazo. Sigue bebiendo señorita, pensé. Me levanté despacio y vi a Damon en el sillón de la sala. Dios que había hecho. No recordaba nada. Me acerqué a él sigilosamente, parecía que dormía.
-Damon.
No despertó. Acaricié su mejilla suavemente. Su piel era suave y perfecta. Parecía un ángel durmiendo. No podía creer que existiera un hombre tan atractivo. Abrió poco a poco los ojos.
-¿Ya despertaste? ¿Como te encuentras? -me dijo con voz dormida.
-Me duele un poco la cabeza. Gracias por acompañarme. -puse una mano en la frente al pensar como llegué hasta mi cama- ¿Te puedo hacer una pregunta? -me dijo que si con la cabeza- Ayer... no dije ni hice nada inapropiado ¿no?
Se le escapó una sonrisa, me entró calor sólo de imaginarmelo.
-Nada de lo que te puedas arrepentir. -me guiñó un ojo y le di un golpe en el hombro para que dejara de hacerse el gracioso.
-¿Y Javi?
-Esta bien acompañado. - Sonreí.
-Se lo merece. Oye ¿tienes planes? Podriamos salir a dar un paseo y te enseño la ciudad.-No supe porqué le ofrecí salir, no solía salir con chicos des de que Carlos murió. Nunca me había interesado por nadie. Supongo que no tenía nada de malo en darme una oprtunidad, tenía que seguir adelante. Me dijo que sí. Se fue a cambiar y me duché. Estuve pensando en la noche anterior, ese tipo me atraía demasiado, tanto que lograba removerme todo por dentro.
Recordé el día que nos conocimos. Yo iba para casa después de trabajar y me encontré a Javi, el era como un hermano para mí des de que murió Carlos siempre estuvo a mi lado, y cuando decidí dejar el pueblo y venir a Barcelona el no se lo pensó dos veces en acompañarme. Primero compartimos piso, pero después conoció a una chica y me vine a este. Ahora estaba solo, pero solía venir a verme cada día. Fuímos a comer algo y me despedí temprano, él se quedó con unos amigos. Cuandó llegaba a casa, sentí un olor a quemado, seguí el olor y vi una escena espantosa. Un hombre atado al final del callejón y un camino de llamas que se acercaban cada vez más. Sin pensarlo me saqué la chaqueta y comencé a apagar el fuego. Después me acerqué a él, nunca había visto tanta belleza en un hombre. Era increíblemente sexy. Lo ayudé y ahora estaba esperando que viniera a buscarme. Siempre iba vestido de negro así que decidí ir a juego con unos pantalones de pitillo negros y una blusa sin hombros.
Vino a buscarme con un deportivo negro, me sorprendí, pero no quise saber de donde lo había sacado.
Pasamos toda la tarde de arriba a abajo, hablando de todo y paseando. Al anochecer entramos en un bar, comimos una pizza y jugamos al futbolin.
-Me lo he pasado genial pero ya tengo que irme. Hay gente que trabaja y no puede estar de vacaciones. -le dije sonriente.
-Te acompaño.
El camino a casa fue en silencio, estuve pensando las mil formas de despedirme.
-Ya hemos llegado. -me dijo seriamente.
-Si.Bueno no ha sido tan malo como pensaba. -le confesé, me miró sorprendido.
-¿El que no ha sido tan malo?
-Estar contigo. -Sonreí con las mejillas al rojo puro. Sin pensarlo dos veces me acerqué a sus labios y lo besé, primero se quedó de piedra, pero en media fracción de segundo cogió mi cara entre sus manos y me devolvió el beso más tierno que yo recordaba. Me apartó de repente. Sentí como una daga se clavaba en mi corazón.
-Lo siento pero no puedo.
Sus palabras desgarraron más mi débil corazón. Sin darme cuenta las lágrimas se acumularon en mis ojos, intenté con todas mis fuerzas no derramarlas. No podía ponerme así por un desconocido, pronto se iría. No debía encapricharme.
-No pasa nada. Se que te vas a ir y nunca mas voy a verte. -Le dije mirando hacia afuera.
-Adios Damon.
Bajé del coche y me dirigí hacia casa sin mirar atrás. Metí las llaves en el paño y sentí una mano que me agarraba por detrás. Por un instante deseé que fuera él pero era otro tipo.
-Dame todo o te rajo. -Amenazó con una navaja en mi cuello. Cogí aire para intentar enfrentarme a él cuando me dejó de repente.
-Métete conmigo si te atreves. -Esa voz era conocida pero más bien parecía un gruñido.
Me giré para ver que había ocurrido y vi una escena espantosa. Agarró al hombre por el cuello y se avalanzó a su yugular desgarrando la carne y dejándolo sin vida. Fui consciente que aguantaba la respiración cuando comenzó a faltarme el aire y la cabeza me dió vueltas. El cuerpo sin vida de aquel hombre cayó en sus pies. Tenía la boca manchada de sangre y las pupilas dilatadas. Un escalofrío recorrió mi cuerpo. Me miró y se limpió la cara. Se acercó a mi despacio.
-No te acerques a mi, voy a chillar. -le amenacé aunque algo en mi interior me decía que no debía meterme con él.
-No voy a hacerte daño, a ti no. -me dijo.
-¿Y a quien vas a hacerle daño?
-Tranquilizate, vamos arriba y te explico.-Alargó sus manos hacia mí.
-Dejame no quiero saber que clase de monstruo asesino eres.
Me tapó la boca y me llevó a una velocidad inhumana al callejon de al lado.
-Sueltame, no me toques. -gritaba.
-No chilles. Te juro que no voy a hacerte nada. -levantó las manos al lado de su cabeza. Decidí actuar y le di un puñetazo en la barriga con todas mis fuerzas. Cuando mi puño chocó en su abdomen, mi mano comenzó a arderme del dolor, seguro me había roto la mano. Comencé a darle patadas pero me paraba con una facilidad asombrosa.
-Dime,¿que eres? -tartamudeé.
-Un vampiro.
-Pero...
-Shhh...- me tapó los labios con un dedo.- Tranquila.
No podía ser. Los vampiros no existían. Pero la escena que acababa de presenciar me hacía dudar de su existencia. Algo en mi interior me decía que me estaba contando la verdad.Decidí darle un rodillazo en la entrepierna y me fui corriendo hacia la calle principal. Se quedó por un instante doblado, cuando miré en frente lo encontré en medio de mi camino. Paré en seco alucinada.
-Si me hubieras dejado morir todo seria mas sencillo.
Se acercaba más a mí, cada paso suyo adelante, yo lo daba hacia atrás hasta que choqué contra la pared.
-Dejame en paz. -Grité.
-¿Que esta pasando aqui? -Un chico apareció al fondo de la calle. Tuve miedo por él pero me tranquilicé cuando vi la reacción de Damon.
-Ven no va a pasarte nada. Te lo prometo.-me dijo.
Corrí hacia él sin pensarlo, cuando me acerqué pude ver sus facciones perfectas, miré fijamente sus ojos verdes y supe que podía confiar en él.
-Stefan. -susurró Damon.

3 comentarios:

  1. Me parecía interesante escribir el punto de vista de Anaís. ¿Que os a parecido?
    Besos

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  2. estuvo fantastico!! jaja... a mi tambien me gusto el punto de vista de ella, quedo muy bueno, espero que pronto publiques el que sigue!! no nos dejaras mucho tiempo esperando para ver que sucede no? besotes y nos leemos pronto=)

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  3. Me gusta como narra Anais, pero llegados a este punto, me pregunto algo, que antes no le di importancia, quien era el que quiso quemar a Damon?, volverá a aparecer?

    Besos

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